Roscos de Vino de Málaga al horno

Esta receta, es de las antiguas. La tenía apuntada en una libreta, que ni me acordaba que aún la seguía teniendo, de un curso que hice. Y la apunté de la madre de una de mis compañeras. Puri. A esta mujer, la llamaban "en mi juventud" como ella decía, de una panadería en Navidades para que hiciera los roscos de vinos. Y no me extraña, porque los hacía super ricos. Todo manual, desde el pesado de los ingredientes, hasta el amasar la masa, estirarla..... Luego llegaron las máquinas, y Puri ya sólo hacía roscos en su casa y no en la panadería. Pero así pudo enseñar a sus hijos ( y a quien se quiso arrimar), todo lo que ella sabía de cocina, que no era poco precisamente.

Estos roscos, tradicionalmente, se hacían con manteca de cerdo. Por temas de salud, estos dulces tradicionales, han ido cambiando la grasa animal por nuestro oro líquido: el aceite de oliva virgen extra. Para mí es un acierto total. Puede que con la manteca quedaran más jugosos, pero el perfume del aceite de oliva, le da un punto exquisito. Y teniendo aceites tan excelentes, tanto en mi Axarquía como en la provincia de Málaga, yo creo que estos roscos han ganado en calidad y sabor. Recordar que hay varias comarcas malagueñas, que tienen aceite de oliva virgen extra con el sello de calidad #SaboraMalaga y además la comarca de Antequera, tiene la DOP Aceite de Antequera. Y sello también de calidad, al elaborarse con Vino de Málaga, que tiene tanto el sello de calidad Sabor a Málaga como la DOP Vinos de Málaga. Además siguen conservando el azúcar moreno de caña, que tan importante fue en la Axarquía, y tanto trabajo y negocio dio hasta hace relativamente muy poco tiempo.

Si tenéis gente menuda, podéis pedir ayuda para cortar los roscos o hacerles el agujero. Yo se lo he hecho con una taza pequeña (el círculo del rosco) y con un quita-corazón para manzanas, el agujero central, aunque es muy fácil hacerlo también con el dedo. Pero vamos a coger el delantal y a meternos en harina, nunca mejor dicho.

Ingredientes:
- 500grs de harina de repostrería, pasada por un tamiz o colador.
- Media cucharilla (de postre) de levadura química tipo "Royal"
- 150 grs de azúcar moreno de caña.
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra, si es de Málaga, tanto mejor.
- 250 ml de vino moscatel de Málaga.
- El zumo de media naranja, más la piel (sin la parte blanca).
- 1 cucharada sopera de sésamo.
- Canela molida al gusto (yo he puesto una cucharadita de postre).
- Azúcar glass para rebozar los roscos.

Preparación:
- Ponemos el aceite de oliva en un cazo, junto con el sésamo y la corteza de la naranja. Calentamos sin que llegue a hervir, sólo calentar para que el sésamo y la piel de naranja suelte su aroma. Dejar enfriar por completo. Quitar la cáscara de naranja. 
- En una fuente honda, ponemos la harina tamizada con la levadura, la canela molida y el azúcar moreno de caña. Hacemos un hueco en el centro, y añadimos el aceite de oliva con el sésamo, el vino dulce, el zumo de naranja. Empezamos a mezclar todo bien, para ligar la masa. Si hiciera falta más harina, se añade hasta que tengamos una masa compacta pero no demasiado dura.
- Tapar la masa con un film de cocina y guardar en la nevera unos 30mnts aprox, para que todos los ingredientes cojan su sabor y la masa coja firmeza.
- Precalentar el horno a temperatura alta. 
- Sobre una hoja de papel de hornear, o una base de silicona apta para horno, estirar la masa ayudándonos con un rodillo. El grosor va a gusto. Cuanto más alta, más tardará la masa en cocer en el horno. Yo la he dejado de aproximadamente, un dedo de grosor, procurando que por todos lados estuviera igual. Quizás podamos necesitar un poco de harina sobre el rodillo, para que se deslice bien sobre la masa.
- Con la ayuda de una taza de café pequeña, he hecho círculos sobre la masa. Una vez marcados, en el centro y con la ayuda de un quita-corazón para manzanas, he hecho el agujero central. Este paso les encanta hacerlos a los niños, así que no quitarles esta ilusión y así nos ayudan y van aprendiendo también. 
- Repartir los roscos, ya con el agujero central hecho, sobre una bandeja de horno que habremos puesto con papel de hornear. No ponerlos demasiado juntos, ya que al llevar la masa un poco de levadura, puede subir un poco pero no demasiado. Con los restos de masa que vayamos juntando (de los sobrantes de hacer círculos, y el agujero central), volvemos amasar para unirlo todo, y volvemos a estirarla nuevamente con el mismo grosor, para hacer más roscos. 
- Cuando tengamos la bandeja completa, meter en el horno a 180ºC durante aproximadamente 20mnts, pero dependerá mucho de cada horno y habrá que vigilarlos para que no se queme. Con estas cantidades, salen 2 bandejas de horno de roscos (según el tamaño que hayamos hecho el rosco). 
- Mientras se hornean, vamos buscando un cuenco amplio y hondo para rebozar los roscos en azúcar glass. Si queréis, podéis añadir un poco de canela molida al azúcar glass para potenciar ese sabor.
- Sacar la bandeja una vez horneados, y dejar enfriar 5 mnts.  Pasado este tiempo, que estarán algo calientes pero no nos quemaremos al cogerlos, rebozarlos bien por azúcar glass.
- Duran varios días guardados en una lata de galletas, o un bote herméticos. 
- Si queréis tener un detalle y hacerlos para regalar, podéis comprar cajas decoradas que podéis encontrar muy baratas en bazares. Ponéis dentro una servilleta decorada con motivos navideños, o bien, papel de seda del color que queráis. Rellenáis la caja con los roscos y cerráis la caja adornando con una cinta rizada o también una cuerda rústica con una etiqueta hecha de cartón que lleve el nombre de la persona que va a recibir el regalo. Es un detalle barato, hecho por vosotros y seguro que la otra persona lo va agradecer mucho más que cualquier otra cosa que podáis comprar.

Esta es la masa estirada y lista para empezar hacer roscos


Aquí ya tenéis los roscos horneados, rebozados por azúcar glass y 
listos para comer.





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