Medallón de merluza frito

El pescado congelado tiene mala fama, y algunos, motivos tienen, he de reconocerlo. Pero cada vez los productos congelados tienen mejor calidad y se preocupan más por el género que nos ofrece. Es el caso de estos medallones de merluza congelados. Son de la marca de Lidl, con el sello de garantía MSC, iniciales en inglés de Consejo de Administración Marina. Pinchando  AQUI  Podéis ver su web con los principios de captura que tienen y todo lo que este sello de calidad comprende.

Los medallones vienen en un formato más grueso, ideal para guisarlos por ejemplo. Pero mis niñas tenían ganas de pescado frito, y así se los he hecho. A medio descongelar, los he partido por la mitad horizontalmente, consiguiendo unas lonchas más finas, y mejor para la fritura. Son medallones sin piel ni espinas, ideales para toda la familia, en especial, niños y mayores por la facilidad que no tienen que limpiar nada del pescado y es sólo comer.

Vamos a lavarnos las manos, que pasamos derechos a la cocina ¿me acompañas?

Ingredientes para 4 personas:
- 1 bolsa de medallones de merluza congelados (aprox. 500grs).
- Aceite de oliva virgen extra para freír (para darle ese plus de sabor de nuestro "oro líquido"). Yo he utilizado la variedad Verdial que se produce en la #Axarquia malagueña.
- Sal fina.
- Harina para rebozar (yo he utilizado una harina normal, para todo uso).
- Opcional: limón para aliñar.

Preparación:
- Descongelar el pescado sobre una rejilla en la nevera, donde menos frío haga. Cuando esté medio descongelado, con un cuchillo bien afilado, partir las rodajas por la mitad de forma horizontal, para dejarlas más finas. Volver a la nevera hasta que estén completamente descongeladas.
- Secar las rodajas de merluza con papel absorbente y salar por ambas caras.
- Poner a calentar aceite de oliva virgen extra, teniendo cuidado que no exceda la temperatura y empiece a echar humo (pierde propiedades).
- Pasar las rodajas de merluza por harina, y palmear con las manos, para quitar el exceso que pueda tener. Procurar que quede todo bien cubierto de harina, tanto la parte central como los laterales.
- Freír en pequeñas tandas en el aceite caliente, hasta que estén doradas. Dar la vuelta si hiciera falta, para dorar el otro lado del pescado.
- Sacar del aceite y dejar escurrir sobre papel de cocina absorbente o sobre una rejilla, para que suelte el exceso de aceite que pueda tener.
- Servir bien caliente, acompañado de un limón para quien quiera aderezarlo con unas gotas o salsa alioli. ¡ Buen provecho !

Nuestra merluza ya frita y lista para comer


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