Una de las cosas más engorrosas que puede
haber, es que haya una mancha que no se vaya, una sartén que nos recuerda lo
que cocinamos la última vez, o como quitar ese pegado de una fuente sin dañarla
¿a qué os ha pasado alguna vez?
Aquí os voy a dejar varios trucos, con
cosas que ya tenemos en casa habitualmente. Son trucos efectivos, sencillos y
baratos ¿se puede pedir más? Pues nos ponemos manos a la obra.
Limpiar cazuelas, sartenes, bandejas de
hornos:
Lo mejor es dejar en remojo con agua
templada (por ejemplo, mientras comemos). Cubrimos toda la parte donde haya
quedado marca de la comida, se añade un poco de jabón de lavar los platos y un
buen chorro de vinagre o de zumo de limón. Cuando el agua empiece a estar
caliente, apagamos y dejamos reposar. Si esto fuera en el horno, con el mismo
calor del horno, será suficiente. El reposo con el agua caliente junto con el
jabón, harán que se suelten todos los restos que estén pegados. El vinagre o limón
harán que se vayan los restos de sabores y olores. Y así podremos, en una
sartén que hayamos hecho unas sardinas a la plancha, poner un buen filete en el
siguiente uso. Luego limpiaremos el utensilio con jabón y una esponja de forma
habitual.
Menaje de acero inoxidable:
A veces le salen unas manchas azules
difícil de quitar, aunque lo hayamos puestos en el lavaplatos. No es algo que
impida el uso de la cazuela, pero sí parece que no está bien limpia. Lo primero
será limpiarla con jabón y agua para quitar restos de comida. Luego le podemos
frotar con vinagre o zumo de limón templado, incluso, pasando un trozo de limón
directamente y frotar y luego aclarar con agua. Si la mancha fuera difícil, se
puede dejar reposar. Si con esto no se reduce o se quita, otro buen truco
es limpiarla con la crema limpia vitrocerámicas. Después se aclara bien la olla
y estará lista para el siguiente uso.
La foto de arriba es de la olla limpia sólo con jabón.
Las 2 fotos de abajo es de limpiarla con zumo de limón y limpia vitrocerámica.
Tuberías con mal olor:
A veces resulta que según de donde venga
el aire, las tuberías nos huelen o no. Para evitar o minimizar estos olores,
que no son agradables, además, podemos hacer 3 cosas:
- Echar por las tuberías (ya sean en la
cocina o en los baños) sal gorda y bicarbonato. Dejar actuar todo lo que se
pueda, por ej., toda una noche. Por la mañana, añadir agua hirviendo con
vinagre, procurando que caigan por las paredes de la tubería.
- Otro truco muy eficaz es tirar los posos
del café por el fregadero / lavabo. Le quitamos la forma rígida que se queda de
la cafetera y los esparcimos por los desagües. Con el uso normal del fregadero
/ lavabo, se irá quitando esos olores.
- Otra forma de mantener las tuberías con
buen olor, es echar un poco de lejía por los desagües y dejar actuar sin echar
agua el máximo de tiempo posible. Se puede utilizar lejía con olor a limón para
un olor más agradable.
Parrilla de barbacoa:
Es muy cómodo limpiarla directamente sobre
la barbacoa. Para ello quitaremos las cenizas sobrantes de la última barbacoa.
Pondremos unas hojas de papel de periódico en el fondo. Con una hoja de
periódico doblada varias veces, haremos una especie de "esponja".
Ponemos un poco de posos de café y frotaremos con ella toda la parrilla.
Veremos como la grasa se separa y queda todo limpio. Cuando hayamos terminado,
podemos pasar un cepillo para quitar los restos de posos y frotar con medio
limón, dejando secar al aire libre, para quitar los posibles restos de olores /
sabores que pueda tener. Si la parrilla está al aire libre, es conveniente
frotarla con aceite de oliva, para evitar que se oxide (esto se puede hacer
cada semana por ej.). Los papeles de periódicos que hemos puestos sobre la
base, que habrán recogido los posos de café que hayan caído, se recogen y
tiran. Si quedará algún resto que no se haya quitado, podemos pasar una esponja
con jabón o quita grasa.
Limpiar el horno:
A veces es bueno prevenir las manchas. Por
ejemplo, si ponemos algo sobre la rejilla del horno, poner una bandeja debajo
con agua y procurar que no se quede sin agua (se evaporará durante el horneado).
La grasa o restos de salsa que suelte nuestro asado caerá en la bandeja de agua.
Luego será tirar el agua y limpiar esa bandeja. Para la rejilla podemos pasar
una esponja con algún producto quita grasa y un buen chorro de vinagre / limón
y estará lista.
Si a la hora de hacer un bizcocho (por
ejemplo), no sabemos si puede salirse del molde durante el horneado, poner
papel de aluminio o de hornear debajo de nuestro molde. Así si cayera algo,
será sobre el papel y luego es retirar y tirar.
Para manchas que tengamos en paredes o
suelo del horno, vamos hacer una pasta casera muy eficaz. Utilizaremos: 1 taza
de bicarbonato de sodio, otra de sal gruesa, otra de agua. Con esto haremos una
pasta que, con la ayuda de una esponja o trapo, iremos cubriendo allí donde
haya algún resto de comida pegada. Luego pondremos el horno a una temperatura
media, y lo dejaremos encendido (con esta pasta cubriendo las manchas), durante
aprox. 30 minutos. Apagamos el horno y lo dejamos que pierda calor. Cuando esté
templado, pero no frío del todo, con un paño y un cuenco en el que habremos
puesto agua templada con 1 vaso de vinagre, iremos frotando y limpiando cada
mancha. Terminar aclarando con agua y vinagre, sin dejar ningún resto de la
pasta casera.
Lavar cojines y almohadas
Poner dentro del tambor de la lavadora un
par de pelotas de tenis. Esto harán que queden más esponjosos cuando lo
saquemos de la lavadora, y hará que el relleno no quede apelmazado. También
funciona con las toallas, para que queden más sueltas y los albornoces. Mejor
utilizar jabón líquido que detergente en polvo para la limpieza.
Evitar mal olor en la lavadora
Un buen truco de limpieza, que además de
quitar manchas y olores, desinfecta la ropa es añadir un poco de amoniaco en el
comienzo del ciclo. Da igual si la ropa es de color, blanca, delicada.... No la
dañará ni desteñirá. Quitará los olores que traiga la ropa, por fuertes que
sean, y también ayudará a que esos olores no se queden en la máquina. Para
evitar que la lavadora huela a humedad, procurar no cerrar nunca la puerta una
vez terminado el ciclo de lavado. Dejar un poco abierta, y así todas las piezas
tendrán su ventilación natural, evitando malos olores.
También es muy eficaz, cuando utilicemos lejía para ropa blanca, añadirla al inicio del programa junto con el detergente. Así conseguiremos que se elimine completamente de nuestra ropa, evitando después picores porque queda un resto sin aclarar. Pero también, que según el programa que hayamos elegido, la toma de la lejía la utilice muy al final del lavado, con pocos aclarados y ese olor, quede en el tambor al finalizar el programa. Si queremos además dosificarla mejor, guardar un tapón de detergente líquido o suavizante (que las botellas de lejía no suelen traer tapón dosificador) y medir la cantidad que le vamos a poner en el lavado antes de echarla directamente desde la botella.
También es muy eficaz, cuando utilicemos lejía para ropa blanca, añadirla al inicio del programa junto con el detergente. Así conseguiremos que se elimine completamente de nuestra ropa, evitando después picores porque queda un resto sin aclarar. Pero también, que según el programa que hayamos elegido, la toma de la lejía la utilice muy al final del lavado, con pocos aclarados y ese olor, quede en el tambor al finalizar el programa. Si queremos además dosificarla mejor, guardar un tapón de detergente líquido o suavizante (que las botellas de lejía no suelen traer tapón dosificador) y medir la cantidad que le vamos a poner en el lavado antes de echarla directamente desde la botella.
Limpiar el lavaplatos
Casi todas las máquinas suelen traer un
filtro que es muy fácil de limpiar. Es conveniente sacarlo semanalmente, y
quitar los restos de comidas que pueda tener. Si está sucio, se limpia muy
fácil con agua y jabón de los platos. Y es conveniente 1 vez al mes, utilizar
un producto específico para limpiar la máquina en profundidad. Hay muchas
marcas y opciones en el mercado. Se utilizan con el aparato vacío, en el ciclo
más largo que tenga y de temperatura más alta. Tras ese lavado, se puede usar
el lavaplatos de forma habitual.
Limpiar el microondas
Poner una fuente con agua y un buen chorro
de vinagre o zumo de limón. Introducir en el microondas sin taparla y ponerla a
potencia máxima durante 10-15 minutos aproximadamente. El vapor que genere
ablandará las manchas y restos de comida que pueda contener. El vinagre / limón
hará que se vayan los olores. Luego sacar la fuente con mucho cuidado y protección
en las manos para cogerla. Pasar por el interior del microondas un paño
humedecido, para retirar cualquier resto que pueda tener. Dejar la puerta
abierta unos minutos para que se seque las paredes y listo para usar.
Cafeteras y planchas con cal
Llenar el depósito al 50% con agua y
vinagre. Calentar y dejar que empiece a salir vapor en el caso de la plancha, o
que salga agua como si hiciéramos un café. Apagar y dejar reposar un buen rato.
Luego volver a encender y hacer que pase todo el depósito con agua y vinagre
por los conductos, hasta que se vacíe. Lavar el depósito con agua y jabón,
aclarando bien. Volver a llenar con agua y hacerla pasar por la máquina, para
limpiarla por dentro. Hacerlo unas 3 veces o hasta que notemos que el vapor /
agua que sale, no tiene olor a vinagre. Ya estará lista para usar nuestra
plancha y cafetera. En la plancha es conveniente hacerlo con agua destilada y
utilizar siempre esta agua para el planchado con vapor.
Gracias por los consejos de limpieza para el hogar.
ResponderEliminarHola Javier
EliminarBienvenido a este rincón. Me alegra saber que te he ayudado. Nos seguimos viendo por aquí, con el delantal puesto :D
¡Un abrazo!