Esta tarta es ideal ahora con los calores del verano. Pero en invierno también viene muy bien poder disfrutar de algo fresco en la merienda, o que baje una comida. Además, tenemos la ventaja de poder prepararla con antelación y que espere en la nevera, para poder disfrutarla.
¿Si es fácil? Nooooo…..
FACILISIMA. La podemos hacer con niños perfectamente, incluso ellos podrían
batir la nata, si son algo mayores (por aquello de sujetar la batidora). Y
también es receta de aprovechamiento. ¿Tenéis algún paquete de galletas que se
os haya quedado abierto y blando? Pues triturar las galletas y bañarlas con la
mantequilla derretida, hará que revivan y nadie note que estaban olvidadas en
un rincón de la despensa. Y lo mismo os digo con la mermelada, si de pronto
queda ahí un resto en el bote porque nos hemos cansado de ella…
Yo con la nata, he probado varias
marcas, y de las que más me gusta, es la de Central Lechera Asturiana por el
sabor que tiene y porque se mantiene muy bien una vez montada. Para la
mermelada, he cogido una marca artesanal, La Pauleña, variedad de mango. Tiene
pequeños trozos de fruta repartido por la mermelada y no es para nada empalagosa.
Super rica y 100% aconsejable. Podéis usar queso batido (que lo hay normal y
desnatado) o cualquier queso de untar tipo Philadelphia, ahí lo dejo al gusto
de cada uno. Las galletas, también pueden ser al gusto. Yo he utilizado un
paquete de galletas de avena, pero ya os digo: las que tengáis por casa irán
perfecta seguro. Lo que sí os aconsejo es utilizar mantequilla y no margarina.
La 1ª endurece con el frío, y va hacer que nuestra base, sea más firme. Por eso
no os recomiendo la margarina.
Dicho todo esto, vamos a pasar a
la cocina y meternos de lleno con esta tarta. ¿Me acompañas?
Ingredientes para 6-8 personas
- 1 rulo de galletas (digestivas,
tipo María… las que tengáis en casa)
- 150grs de mantequilla sin sal
- 500grs de queso batido o queso de
untar
- 250grs de nata para montar (35%
de grasa)
- ½ bote de mermelada de mango
- 2 naranjas: su zumo y la
ralladura aparte
- 6 hojas de gelatina neutra
- 50-75grs de azúcar glass (al gusto)
- Empezamos moliendo las galletas.
La podemos hacer en una picadora, batidora tipo americana o bien, metiendo las
galletas en una bolsa que cerraremos bien, y pasando el rodillo por encima
hasta que tengamos una “arena”.
- Fundimos 30 segundos la
mantequilla en el microondas. No quitar el ojo por si se funde antes de tiempo
y se quema. Volcarla en una fuente sobre las galletas molidas y remover bien,
para impregnar toda la “arena” de galleta con la mantequilla fundida. Repartir
sobre la base de un molde desmontable o de silicona (preferiblemente). Procurar
dejar una base uniforme y repartir algo de la mezcla por los laterales, para
que haga de pared del relleno. Meter en el congelador (unos 15mnts) o en la
nevera (al menos 30mnts), para que la mantequilla endurezca y quede una base
muy firme. Puede pasar más tiempo sin problema. Yo para desmoldar más
fácilmente, pongo un papel de horno en la base del molde. También podéis pintar
el molde con un aceite neutro, tipo girasol, para que al desmoldar sea más
fácil sacar la tarta.
- Pondremos un vaso con agua fría y
metemos 4 hojas de gelatina neutra. Las dejaremos unos 5mnts aprox. Cuando
hayan perdido toda la forma rígida, la escurrimos bien con las manos para
quitarle el exceso de humedad y en el mismo vaso vacío, las ponemos en el microondas
unos 10-20 segundos, hasta que veamos que con el calor se han derretido y se
convierten en líquido. Se reservan.
- La nata la tendremos que tener
fría antes de montarla. Con las barillas de la batidora eléctrica se montará en
apenas 2mnts aunque a mano también se puede hacer (se tarda más, lógicamente). Cuando
esté semi montada, añadimos el azúcar glass (o azúcar impalpable) y terminamos
de montar.
- Con las mismas barillas, podemos
mezclar el queso batido con la ralladura de las 2 naranjas y la mermelada. Sólo
hay que mezclar todo, sin más pretensiones. Y cuando lo tengamos ligado, vamos
añadiendo poco a poco la nata montada al queso y cuando tengamos todo ligado,
añadimos la gelatina derretida y seguimos removiendo con las barillas. Para
evitar que la nata se baje demasiado, podemos hacerlo con movimientos de abajo
hacia arriba. Probar de nivel de azúcar por si hiciera falta añadir un poco más,
aunque podemos rectificar con la cubierta.
- Volcar poco a poco toda la mezcla
de queso y nata sobre la base de galletas fría. Repartir de forma uniforme y
meter en la nevera o congelador, para que el frío haga que la gelatina y todo
el relleno endurezca. Mínimo tiene que estar 4h, pero puede ser de un día para
otro. Y si la tarta la vais a llevar a otra casa, mi consejo es que la metáis
en el congelador, para que congele y no pierda frío en el traslado (sobre todo
ahora en verano).
- Cuando tengamos la crema de queso
y nata bien firme, vamos hacer la cubierta. Con las dos naranjas que hemos
rallado la piel, hacemos zumo y metemos en él 2 hojas de gelatina neutra. La
dejamos reposa unos 5-10mnts, hasta que veamos que las hojas han perdido por
completo la forma y están rehidratadas. Metemos en el microondas unos 10-20
segundos, para derretir por completo la gelatina en el zumo. Removemos bien con
una cucharilla y comprobamos que no queda nada de gelatina sin disolver. Con la
misma cuchara, podemos ir volcando poco a poco el zumo encima de la base de la
tarta, hasta volcarlo todo. Con cuidado, volvemos a temer la tarta en la nevera
/ congelador, para que el zumo quede cuajado. Ojo: si las naranjas son muy
pequeñas, quizás necesitemos 3 o 4 para cubrir toda la superficie de la tarta y
1 hoja más de gelatina neutra. También dependerá si sólo queréis una ligera
capa por encima, o preferís una capa ancha de naranja en la cobertura. Si el
zumo está muy ácido, podéis echar un poco de azúcar o miel una vez sacado del
microondas.
Ya la tenemos lista para degustar
cuando queramos. Aguanta muy bien en la nevera varios días, por eso viene muy
bien si tenéis comida familiar o una merienda especial, porque la podéis hacer
con antelación tranquilamente, que más buena estará. Espero que os guste tanto
como a mí.
La tarta lista para degustar. Por cierto, quienes dudáis de los moldes porta-tarta, deciros
que vienen súper bien para llevar los postres fuera de casa. La base azul es
del porta-tarta y cada día estoy más contenta de tenerlo.
Comentarios
Publicar un comentario