Esta receta es de esos platos,
que combina con cualquier cosa o bien, por sí misma, es un plato estupendo por
ejemplo para una cena. Podemos dejarlas hecha con antelación, a falta del golpe
de horno, y así tenemos el trabajo adelantado (incluso congelar y sólo hornear
cuando necesitemos).
No es nada complicada y se puede
hacer hasta por la cocinilla más principiante. Se le pueden añadir más cositas
(lonchas de jamón cocido por ejemplo) y tendríamos un primer plato o plato
único. Pero así sencilla, está para no dejar ni las migas.
Esta receta la tenía grabada hace unos años, creo
recordar que de las primeras que tenía en el blog. Por un error del blog o a
saber de qué, se borraron muchas recetas. Y esta era de las que suelo hacer y
siempre digo “la próxima vez le saco fotos y la vuelvo a subir” Así que ahora
ha tocado volver a traerla a este rinconcito. Faltan fotos del remojo con leche
y agua, creo recordar que las hice…. Serán los duendes de las tecnologías
¿verdad?
Nos lavamos las manos, y
derechitos a la cocina que empezamos con estas berenjenas gratinadas con queso ¿me acompañas?
Ingredientes para 4-6 personas
- 3 berenjenas
- 1 paquete de queso rallado (4
quesos en mi caso)
- 1 vaso de leche (la que tengáis
en casa)
- Agua
- Tomate rallado (puede ser frito,
pero me gusta más el toque del natural)
- Pimienta molida y orégano y sal
- Harina de fritura
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Lavamos las berenjenas y cortamos
el ramillete verde y un poco la base. Hacemos rodajas gorditas, de un dedo
aproximadamente de grosor y vamos poniendo en una fuente honda grande.
- Cuando las tengamos todas en
rodajas, echamos a la fuente un poco de sal, la leche y cubrimos con agua. Hay
que ponerles un plato o peso encima, porque las berenjenas tienden a “flotar”.
Las dejamos en la nevera al menos 1h. Esto hará que pierdan cierto amargor, que
a veces suelen tener, y al ser rodajas gruesas, queden jugosas en el remojo de
agua y leche.
- Pasado ese tiempo, escurrimos todo
el líquido. Las vamos pasando por harina de freír y en una sartén con aceite de
oliva virgen extra caliente, las vamos dorando por ambas caras. No se trata de
freír, sino de dorar por fuera.
- Conforme estén doradas, se van
reservando en un plato con papel de cocina. Entre tanta y tanta, una vez han
soltado el exceso de aceite, las voy colocando en una bandeja de horno, con
papel de hornear, hasta cubrir toda la base.
- Una vez tenga toda la bandeja
del horno cubierta con las berenjenas
doradas, pongo un poco de tomate rallado sobre ellas, en el centro de cada
rodaja. Pongo pimienta molida y queso rallado. Hago otra capa y lo mismo:
tomate rallado, orégano esta vez y quesos. A mí me han salido para 2 capas. He
gastado un paquete de queso rallado, pero no escatiméis queso en esta receta,
porque le da un punto exquisito.
- Con el horno precalentado a alta
temperatura, la metemos con calor arriba y abajo a 180ºC unos 20mnts aprox., o
hasta que veamos las berenjenas cocinadas y queso bien derretido.
- Se sirven recién salidas del
horno. Y en mi caso hoy, lo hemos acompañado con huevos fritos con ajos y un
#aove excelente de Antequera, de variedad picual, para darle un toque de sabor
más intenso.
Espero que os guste. Si la
hacéis, mandarme fotos y dejadme vuestros comentarios.
Foto resumen de la receta y del acompañamiento

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