Rulo de nata y chocolate

Este es un rulo de nata y chocolate es sencillo y muy vistoso a la vista. Y lo bueno que lo puedes dejar hecho con antelación. Si lo hacéis con más de 1 día de antelación, os aconsejo que montéis la nata con un poco de gelatina disuelta. Os lo explico: poner a remojo 1 hoja de gelatina neutra durante al menos 10mnts en agua fría (no remojar más hojas porque si no quedaría textura de gelatina y no la cremosidad de la nata). Escurrir levemente del agua y ponerla en un recipiente apto para el microondas, y calentar 10 segundo. Veréis que se vuelve completamente líquida. Añadir a la nata fría cuando se vaya a empezar a montar. Esto hará que aguante un poco más, si se hace el postre de un día para otro. Si lo preparáis de la mañana para la tarde, no hace falta ponerle gelatina y lo único es utilizar una nata de calidad, que nos garantice un buen montado y un sabor delicioso. Yo utilizo la nata de Central Lechera Asturiana y no me falla.

Este bizcocho va perfumado con un vino excelente, premiado recientemente como Mejor Vino de Licor por parte de Sabor a Málaga. Hablo de Quitapenas Dorado de Bodegas Quitapenas. Unas de las bodegas más genuinas de Málaga, con unos vinos excelentes y de reconocido prestigio. Os dejo el enlace a su web pinchando  AQUI

Yo he decorado con cacao en polvo, que es una de las opciones que más gustan en casa. Pero otras formas podrían ser: crocanti de almendras tostadas, fideos de colores, chocolate rallado, coco rallado… o dejar la nata tal cual.

Pero dejemos de hablar y pasemos a la cocina, que nos espera un dulce delicioso que va hacer las delicias de pequeños y grandes. ¿Me acompañas a la cocina?

Ingredientes para el bizcocho genovés:
- 4 huevos grandes a temperatura ambiente
- 60grs de harina de repostería + 60grs de harina de maíz (Maicena o similar)
- 120grs de azúcar blanco
- ½ cucharadita (de postre) de sal fina
- 1 cucharadita (de postre) de levadura química en polvo, tipo Royal
- 1 copa de Moscatel Dorado

Relleno y cobertura:
- 500ml de nata para montar, mínimo 35% de materia grasa, muy fría
- ½ bote (aproximadamente) de mermelada al gusto (yo he cogido frutos rojos)
- Azúcar glas al gusto
- Cacao en polvo
- Unas guindas en almíbar para decorar

Preparación:

- Vamos a empezar por separar las yemas de las claras. Para las claras, ponerlas en una jarra alta, que nos será más fácil montarlas a punto de nieve, con la media cucharadita de sal. Para ello, con unas varillas manuales o la varilla de la batidora, empezar a montar con movimientos de arriba-abajo a velocidad alta. Tenemos que conseguir batirlas hasta que, al inclinar la jarra, las claras no se muevan, incluso poniendo la jarra boca abajo. Otra señal es que, en la varilla, se le queda un pico firme. Reservar.

- En una fuente honda y amplia, ponemos las yemas con el azúcar blanco y empezamos a batir, mejor si es con varillas eléctricas, a velocidad alta. Veremos que las yemas empiezan a blanquear de color (por el azúcar) y aumentar de volumen. Contra más volumen tengamos, más esponjoso nos va a quedar nuestro bizcocho.

- Tamizar las harinas con la levadura e ir añadiendo poco a poco a la mezcla de yema y azúcar, sin dejar de batir para que no bajen las yemas y las harinas se integre bien. Cuando tengamos la mitad de la harina mezclada, añadir la copa de Quitapenas Dorado y mezclar bien. Seguir añadiendo harina hasta tener todo incorporado, será el turno de añadir las claras a punto de nieve.

- Empezar por añadir 1 o 2 cucharadas soperas de claras montadas, al preparado de yemas, azúcar y harina. Remover bien todo. Esto hará que la masa se vuelva más ligera y fácil de trabajar. A partir de aquí, con la ayuda de una lengua de silicona, vamos incorporando poco a poco las claras a la masa, con movimientos envolventes, de abajo hacia arriba, para que las claras no se bajen. Más vale trabajar poca cantidad y hacerlo bien, que añadir todas las claras de golpe y que se nos puedan bajar.

- Precalentar el horno a temperatura alta con calor arriba y abajo, y si tenéis ventilador, ponerlo también.

- Humedecer una bandeja de horno y poner un papel de hornear (el agua hará que se pegue y no se mueva). Volcar la masa sobre el papel y extender de forma uniforme, moviendo la bandeja, para evitar romper las burbujas de aire que tenga la masa. Coger la bandeja con las manos y empezar a inclinar y mover hasta que tengamos toda la masa bien repartida, por toda la superficie.

- Meter la bandeja a una altura media, a 150ºC y unos 10 minutos aproximadamente. El tiempo puede variar, según el grosor de la masa que se haya dejado. Yo prefiero hornear a una temperatura suave (lo normal serían unos 180ºC), pero de esta forma tengo un horneado uniforme por todos lados del bizcocho. En cuanto tengamos un color ligeramente dorado por todos lados, comprobar que está cocido pinchando con una varilla de madera en el centro. Si sale limpia, retirar del horno.

- Poner la plancha de bizcocho sobre una rejilla y cubrir con un paño limpio humedecido (de los que no sueltan pelusa). Cuando el bizcocho haya perdido temperatura, dar la vuelta y volcar sobre el trapo. Nos quedará hacia arriba el papel de hornear. Con cuidado vamos retirándolo de toda la base del bizcocho. Sale muy bien, como el papel de las magdalenas, pero hay que hacerlo con cuidado porque el bizcocho estará aún algo templado y se puede romper. Una vez hayamos quitado el papel, con el trapo humedecido, vamos enrollando el bizcocho hasta el final. Podemos poner unas gomas elásticas para que se mantenga la forma. Dejar enfriar por completo.

- Mientras podemos montar la nata, que estará bien fría, y si es posible, el recipiente y las varillas para montarla también (subirá antes). La vamos a endulzar con azúcar glas y la cantidad, la dejo a vuestro gusto. Particularmente, no me gusta dejar la nata muy dulce, que ya que el rollo va a llevar mermelada. Para montarla, empezaremos a batir con las varillas y a incorporar poco a poco, cucharadas de azúcar glas. Creo que le he puesto 3 cucharadas soperas, para no dejar la nata “amarga” pero que tampoco esté muy dulce, pero repito, es cuestión de gusto personal.

- Para rellenarlo, extender suavemente el bizcocho, sin estirarlo demasiado, extenderemos la mermelada sobre la base del bizcocho. Si vemos que está muy compacta, podremos aligerarla un poco al Baño María o metiéndola unos segundos (sin tapadera) en el microondas. Extender bien la mermelada y a continuación, la nata montada procurando que quede una capa uniforme y bien repartida.

- Con la ayuda del trapo, que lo tenemos de base del rulo, vamos volviendo a enrollar nuestro bizcocho, presionando ligeramente pero no en exceso para evitar que se rompa o se salga el relleno.  Una vez el rulo formado, dejarlo con el borde de cierre hacia abajo, para que el peso del bizcocho impida que se desenrolle. Decorarlo externamente con la nata que nos haya quedado.  Podemos poner la nata en una manga pastelera, y con una boquilla rizada (por ejemplo), hacer unos rosetones por todo el exterior. A mí me gusta hacerlo de forma un poco rústica, y con la ayuda de una espátula, lo extiendo por toda la superficie y cuando termino, le voy haciendo unas pequeñas ondas. También se puede dejar liso, y con un tenedor, rayar la superficie.

- Poner el cacao en polvo en un colador y espolvorear de forma generosa por toda la superficie del rollo. Al principio estará marrón, y cuando pase un poco de tiempo y coja humedad, se vuelve más oscuro. Está rico de las dos formas. Dejar el rulo en la parte más fría de la nevera, hasta que se vaya a consumir.

- Para decorar, escurrir unas guindas en almíbar y repartir por toda la parte superior a nuestro gusto. Ya tenemos el rollo de chocolate y nata listo para degustar y disfrutar. Y si me admitís el consejo, yo lo serviría con una copa de Quitapenas  Dorado bien frío.

Este es el corte del rulo una vez terminado.
Los dos colores del chocolate, es porque el más claro aún 
no ha cogido la humedad de la nata, y por eso no se pone oscuro.
A mí me resulta muy vistoso con esos dos tonos.


Una buena copa de Quitapenas Dorado para acompañar este
rico rulo ¿quién se resiste?


Y tal como os anuncié en mi cuenta de Instagram con esta foto,
aquí empezó la historia de este postre.






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