Rosquillas de yogur

Estas rosquillas de yogur son mega hiper fáciles… No hay excusas para no hacerlas. Sé que muchas veces lo digo, y si me seguís, también sabéis que no os miento. Yo las hice con el niño de una amiga, que me tuve que quedar con él una tarde y cada vez que viene, me dice que si las hacemos. Y si las hace un niño de 10 años, pues muy complicado no puede ser ¿verdad?

Además, sólo son 2 ingredientes en la masa: harina de repostería, la que lleva incorporada levadura, y yogur griego o en su defecto, natural. Si el yogur es azucarado o no, no influye mucho puesto que luego se van a rebozar en azúcar. Si vuestra harina es normal, es añadir levadura química tipo Royal. Se puede adaptar sin gluten o sin lactosa / lácteos si así os viene mejor. Y se le puede añadir: canela molida, ralladura de limón / naranja, vainilla… o cualquier otra cosa que podáis pensar que le vienen bien.

Foto de la masa terminada, no sé qué pasó, pero o no la hice o se borró….desgraciadamente… Pero lo que sí os pongo es una foto de donde yo suelo poner las frituras, ya sea dulces en este caso, como si es pescado / croquetas / patatas / etc. Me resuelta mejor esta rejilla que ponerlo sobre papel de cocina, que también funciona ¡ojo!. Pero yo suelo ir cambiándolo con frecuencia si tengo mucha fritura, y de esta forma, con quitar lo que ya está escurrido de aceite, es suficiente.

Os paso cantidades, pero os advierto que van un poco a ojo:

- Harina de repostería con levadura incorporada: 250grs aprox.

- Yogur griego / natural: 250grs aprox.

- Aceite para freír: a mí me gusta el de oliva suave, y también me está dando buen resultado el de orujo de oliva que hace poco hubo publicaciones que era bueno para fritura. Pero si queréis otras opciones como el girasol / semillas, totalmente válido.

- Azúcar para rebozar.

Con estas cantidades, a mí me salieron como una docena bien despachadas. También según el tamaño que las hagas. Si tenéis que añadir levadura química, os recomiendo ½ cucharada de postre para esta cantidad de harina.

Y ahora vamos a meter las manos en la masa, y nunca mejor dicho:

- Empezamos por poner en una fuente / olla honda la misma cantidad de yogur que de harina. Si tuviéramos que añadir levadura o queremos añadir ralladura de limón, canela u otra cosa, es el momento de hacerlo también.

- Vamos mezclando hasta que consigamos una masa compacta, que podamos manejar con las manos. Si vemos que está muy húmeda, y no podemos formar rosquillas, añadimos un poco de harina. Si vemos que está muy seca, y se nos agrieta, un poco más de yogur.

- Os recomiendo ir añadiendo de cucharada a cucharada, o media cucharada, para no pasarnos demasiado.

- Cuando tengamos la masa, uniforme, que se puede manejar bien y se ve compacta, tapamos con film de cocina, un trapo, una tapadera… lo que tengamos a mano, y dejamos reposar hasta que la levadura haga su trabajo y aumente de volumen.

- En este punto, en una sartén / olla ponemos aceite a calentar a fuego medio. Tener en cuenta que si está muy alto, se nos queman por fuera y quedan crudas por dentro. Y muy flojo, absorben mucho aceite las rosquillas. Podemos ir dejando preparado un plato / cuenco con azúcar para el rebozado.

- Vamos cogiendo pelotas, como si fueran albóndigas, hacemos una bola y metemos el dedo en el centro y agrandamos el agujero lo más que podamos. Esto hará que tenga una fritura más uniforme, y tener en cuenta que con la fritura, las rosquillas "suben" y si hacemos el agujero pequeño, se pueda cerrar al freirlas. Conforme las tengamos lista, las vamos dejando en un plato / fuente reposar para ir friendo. Si vemos que se nos pega a las manos, un buen truco es untarnos las palmas con un poco de aceite, y así las rosquillas nos “resbalan” y se maneja mejor.

- Se fríen por tandas, para evitar que el aceite pierda temperatura si hacemos muchas de golpe. Hay que estar pendiente y cuando las veamos doraditas, por un lado, se les da la vuelta. A mí me resulta muy cómodo con una espumadera y un tenedor para darle el giro.

- Una vez fritas por ambos lados, vamos sacando a escurrir del aceite y seguimos haciendo rosquillas. Mientras que se fríen la siguiente tanda, rebozamos las rosquillas en azúcar. Repetir hasta que tengamos todas fritas y rebozadas.

 

A partir de aquí, a disfrutarlas. No os digo como conservarlas, porque seguro que van a durar apenas nada en la mesa. Espero que os haya gustado y si me queréis mandar vuestras opiniones o fotos de vuestras rosquillas, encantada de compartirlas en este rincón. Gracias por estar al otro lado de la pantalla.

Listas para empezar a disfrutar


Esta es la rejilla que yo utilizo para escurrir las frituras


Mirad lo jugosas que quedan por dentro







 

 

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