Sigo dándole uso a mi
panificadora, y cada vez, aprendiendo un poco más para hacer panes más ricos y
variado, aunque aún soy muy novata en la materia y lo reconozco sin prejuicios.
Al compartir mi receta de
prefermento (ver AQUI ) en una página
privada de Facebook sobre pan, una compañera me habló del poolish y por qué no
lo utilizaba para mejorar el sabor del pan. Es parecido a este prefermento,
pero sólo con una parte: 100grs de harina (de la que vayamos a utilizar en la
receta), 100ml de agua templada, 1% de levadura que necesite la receta. Me puse
manos a la obra, y vamos a experimentar pues. Parece que el pan quedó algo más
esponjoso y sabroso, aunque no pude dejar el poolish toda la noche como es
recomendable, para que ganara sabor. Esta 1ª prueba, me ha gustado y seguiremos
investigando en próximos panes, y por supuesto, os contaré en este pequeño
rincón.
La receta de hoy, viene en el
recetario de la panificadora de Lidl, pero yo he cambiado algunas cosas y las
cantidades que he utilizado, son las que pongo en esta receta. Sino se tiene
panificadora o robot de cocina ¿se puede hacer este pan de forma tradicional? Como
ya os he comentado en otras recetas ¡por supuesto! La panificadora y los robots
nos ahorran el amasado a mano. También las panificadoras, ayudan para el levado
de la masa al calentar además de amasar. Y según el tipo de programa que
pongamos, así también es el amasado. No es lo mismo amasar panes hasta 1kg que hacerlo
para 1.5kg, o el amasado del pan esponjoso que para pan integral o exprés. Pero
a mano, podemos hacerlo igualmente y es sólo tener el cuidado de dejar elevar
el pan 2 veces, con sus correspondientes amasados.
Me dejo de charlas, y nos metemos
en la cocina, que ya lo tengo todo preparado ¿me acompañas?
Ingredientes:
- 270grs de harina de espelta
ecológica.
- 270grs de harina integral, en
este caso, un preparado de pan rústico integral.
- 340ml de agua.
- 1 cucharadita de sal fina.
- ½ cucharada de azúcar morena.
- 1 dado de levadura fresca (o 1 sobre de levadura seca de panadero, que no es la química tipo Royal que utilizamos para hacer bizcochos).
- 2 cucharadas soperas de aceite de
oliva virgen extra, en mi caso, variedad Verdial suave y afrutado.
- Al gusto: semillas de espelta
bio, copos de avena bio, pipas de girasol y calabaza.
Preparación:
- De las cantidades indicadas, cogí
100grs de harina de espelta, 100ml de agua y una lámina de levadura fresca (lo pesé,
pero era tan fina, que no marcaba nada la báscula). Templé el agua, disolví la
levadura y cuando la tuve sin grumos, añadí la harina y removí bien. Lo dejé
reposar unas 2-3h dentro del horno (apagado), para que no hubiera corriente de
aire. Pasado este tiempo, me puse con el resto de la masa. Había fermentado, aumentado el volumen y se veía llena de pequeñas burbujas de aire.
- Puse en la panificadora las dos
harinas, la sal y el poolish que había subido bastante como os he comentado, en programa “Amasado”
que dura 10mnts. Con esto, integré todo el poolish en los ingredientes secos. Mientras amasaba la máquina,
templé el agua que le faltaba a la receta, y disolví el resto de la levadura. Añadí
el azúcar y el aceite de oliva virgen extra, removí bien y dejar reposar
mientras terminaba el programa de amasado. Un detalle: el poolish lo hice en
una jarra de 1 litro y al volcarlo sobre las harinas, por mucho que rebañé, aún
quedaba restos por las paredes. Aproveché esa misma jarra para activar la
levadura restante y dejar la jarra bien limpia de levadura.
- Volví a poner el programa “Amasado”
y ahora, integré los líquidos que tenía en la jarra. La panificadora estuvo
amasando sin terminar los 10mnts, ya que al ver que estaba todo integrado, la
paré y seleccioné el programa “Pan integral” de la máquina. La opción de peso
era la predeterminada de la máquina que no la cambié: tostado medio y peso de
1.250kg de pan. Empezó la máquina a funcionar.
- Después del 1º pitido, añadí un
poco de granos de espelta y de copos de avena y dejé que la máquina, siguiera
amasando y levando la masa. Al 2º pitido, saqué la masa de la panificadora
(tuve que poner un poco de harina para soltarla y manejarla con más facilidad).
Quité las aspas a la cubeta y añadí unas pipas a la masa. La volví a colocar en
la cubeta y puse algunas pipas más por encima de la masa y dejé terminar, hasta
que la máquina avisó que había finalizado (unas 3h y algunos minutos creo
recordar en total).
- Algunas pipas se “perdieron” en
la masa, porque después del 2º pitido, volvió a levar el pan, pero no me
importó. Queda un pan muy saciante, rico, esponjoso y con una buena dosis de
fibra alimenticia para ayudar a vaciarnos por dentro como es debido. Espero que
os guste.
Aspecto de la miga esponjosa del pan. Camuflado en la masa quedan los
copos de avena, granos de espelta y algunas pipas que se colaron en la masa
al subir el pan por 2ª vez.
Vista superior del pan, con las pipas que quedaron en la superficie,
y el resto dentro de la corteza al levar el pan.
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