Salteado de langostinos y almejas


Plato muy rico y excelente pica-pica para un aperitivo o hacer ganas mientras llega el plato principal.

Ingredientes:
- 1 caja de langostinos congelados de buen tamaño. Evidentemente, si son frescos, son más ricos de sabor, pero también, más caros. Aquí ya lo que el bolsillo mande....
-  1kg de almejas frescas. Ya se que las hay congeladas pero.... a mí particularmente, no me gustan. Prefiero ahorrar en los langostinos pero en esto, no, por calidad y sabor final.
- Media cebolla y ajos enteros sin pelar a gusto.
- Aceite de oliva y sal gorda.
- Medio vasito de vino blanco, pero por favor, del bueno. Puede venirle muy bien una Manzanilla, Jerez o cualquier otro vino blanco que sea decente.
- Opcional: cebollino o perejil fresco, para terminar el plato, y espolvorear un poco por encima.

Preparación:
- Ponemos un buen rato las almejas en remojo con un puñado de sal gorda y lo dejamos metido todo en el frigo. Así las almejas irán soltando la posible tierra que puedan tener.
- Los langostinos estarán descongelados. Lo mejor es colocarlo con antelación en un escurridor con algo debajo, para el agua que suelten, y dejarlos dentro de la nevera, donde menos frío haga. Así no se pierde la cadena de frío y se descongelan con seguridad que el producto no se pone en malas condiciones. Se pelan quitando cabezas y cáscaras, que se irán reservando aparte.
- Con los langostinos pelados, y con la ayuda de un cuchillo bien afilado, ir quitando la tripa negra que recorre todo el dorso del marisco. Al comerlo, da mala sensación en la boca, porque es igual que masticar arena. A veces, al quitar la cabeza, suele salir detrás.
- En una olla ponemos todas las cabezas y cáscaras de los langostinos y un poco de aceite de oliva y pellizco de sal. Rehogamos a fuego fuerte y regamos con el vino. Con la ayuda de una cuchara de madera, vamos aplastando todas las cabezas, para que suelten todo su jugo. Cuando veamos que todo ha cambiado de color, colamos el jugo que ha salido y reservamos.
- Escurrir las almejas y pasarlas bajo el grifo de agua, para eliminar la sal que no hayan filtrado y la posible tierra que tengan.
- Picar muy fina la cebolla y rehogarla en una cazuela, con los ajos enteros,  aceite de oliva y pellizco de sal sin que llegue a tomar color. Incorporar los langostinos reservados y las almejas. Dar unas vueltas a todo y regar con el caldo obtenido de las cabezas.
- Tapar y dejar a fuego medio hasta que las almejas se hayan abierto por completo. Emplatar en seguida y disfrutar.

Aquí están los langostinos pelados y sin la tripas


Este es el plato final. Debajo, está la salsa, que al ser plato sopero, no se ve.


Detalle del resultado final.



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