Esta receta me la enseñó mi querida Ana, que es de Jijona y me dice que allí es muy típica comerlas los martes, porque hay mercado y al regreso, la gente en los bares toma el desayuno / aperitivo con ello. Se pueden hacer dulces o saladas. En esta ocasión, han sido saladas y para acompañar una barbacoa.
Sirven de base para lo que se quiera: un pincho de tortilla, jamón, queso, anchoas, una carne en salsa.... Y la verdad que están muy ricas, al menos, estas que hicimos un poco de cabeza y otro poco, a lo que dió de sí la imaginación. Que me perdonen sino es la receta original, pero esta es nuestra versión. Me recuerdan a los tortus asturianos, aunque no son exactamente igual, ya que para empezar, el autentico tortu se hace con harina de maíz especial para tortus. Como podeis imaginar, no es receta de dieta.... pero un día, es un día.
Me dejo de charlas y os digo como las hicimos. A colgarnos el delantal:
Ingredientes:
- Aprox, 350 grs de harina normal. Podemos necesita más o menos, según vaya pidiendo la masa.
- 100ml de agua templada.
- 20 grs de levadura fresca de panadero.
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra aromatizado con ajo.
- 1/2 cucharilla, de café, de azúcar blanco.
- Pizca de sal fina (como para freir un huevo).
- 1 huevo.
- Hierbas al gusto: ajo picado, orégano, albahaca, tomillo....
- Aceite de oliva para freir y al gusto, unos ajos.
Preparación:
- Tamizamos la harina y la disponemos en una fuente amplia, con un hueco en el centro.
- Templamos el agua, y disolvemos la levadura. Y una vez disuelta, añadimos el aceite, el azúcar, la sal y las especias. Se deja reposar un poco, y veremos como la preparación empieza a subir. En este momento, añadimos a la harina, en el hueco central que hemos dejado.
- Vamos añadiendo harina, del exterior hacia el interior, y vamos amasando todo.
- Añadimos el huevo, bien entero o batido un poco. Y seguimos amasando todo bien. Si es preciso, añadir más harina o sacar la masa del cuenco y ponerla sobre una mesa de trabajo enharinada.
- Amasar hasta que tengamos una masa uniforme, no demasiado blanda ni demasiado dura. Espolvoreamos con un poco de harina y la dejamos reposar hasta que aumente de tamaño. A mí me suele funcionar muy bien dejarla dentro del microondas, porque es un sitio pequeño y leva muy rápido. Si el cuenco no os cabe, en el horno, apagado, pero está cerrado a corrientes de aire.
- Cuando suba, amasamos un poco para quitar el aire.
- Ponemos una sartén con un poco de aceite (como un dedo) de grosor. Doramos unos ajos, para dar sabor al aceite, y los reservamos por si alguien los quiere comer.
- Cogemos un poco de masa y con las manos, la aplastamos hasta conseguir una torta uniforme y fina. La pinchamos con un tenedor. Vamos friendo poco a poco, a fuego suave, para que se haga tanto el interior como se dore por fuera.
- Damos la vuelta cuando tengamos un lado dorado, y cuando se haga el otro, sacamos y escurrimos sobre papel absorvente.
- Servir acompañada de lo que más nos apetezca, como si fuese una rebanada de pan.
- Si se hicieran dulces, no se echa ni ajos ni especias y se aumenta un poco la cantidad de azúcar en la masa. Al escurrir de aceite, una vez fritas, se espolvorea con más azúcar y/o canela. Se pueden tomar para mojar en un chocolate a la taza.
Aquí están las cocas recien sacadas del aceite, con sus ajos al lado.
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