Hoy traigo un pescado que ha sido todo un descubrimiento para mí. Reconozco que no conocía este pescado, ni por nombre (porque hay a veces que los nombres cambian según la zona que estés) pero tampoco lo había visto. Y me lo recomendó mi pescadero y acertó de pleno.
Bien de precio y con un tamaño que es muy fácil hacer una ración por cada pieza. La Breca es un pescado blanco, de la familia de los besugos, pero ligeramente rosados. Además me comentó mi pescadero que muy asustadizo, y que cuando la observan bajo el mar, suelen acentuarse las líneas rosáceas que tiene por miedo. Es baja en grasas (aproximadamente 70 kcal / 100grs), con lo cuál, muy indicada en dietas de control de peso. Además es unos de los pescados que sienta bien en trastornos digestivos, ya que su proteína es de alto valor biológico. Además posee gran cantidad de agua, y es una fuente de minerales como potasio, fósforo, sodio y en menor cantidad, calcio, hierro, selenio, cinc y magnesio.
Yo siempre recomiendo tocar lo menos posible un producto cuando tiene una excelente calidad. Y este era el caso. Pero vamos a la cocina, que este plato se prepara en un pocos minutos y nos vamos a perder ni un minuto más.
Ingredientes:
- 1 pieza de Breca por persona
- Sal gorda
- Ajo y perejil fresco picado lo más fino posible.
- Aceite de oliva virgen extra, que os recomiendo cualquier variedad de Málaga con su sello de calidad #SaboraMalaga
Preparación:
- Con las ayudas de unas tijeras, abriremos el pescado, y sacaremos las tripas. Podemos aprovechar para cortar las aletas laterales, y la espina dorsal que tiene. Repetimos con todas las piezas. Lavamos bien por dentro y fuera y dejamos escurrir. No quitamos las escamas, que nos van a servir para que hagan a la plancha.
- Pelar unos ajos y las hojas de perejil fresco, lo más fino posible (con cuchillo, mortero, picadora...etc). Reservar.
- Calentar a tope una sartén antiadherente. Repartir un puñado de sal gorda por el fondo. Cuando esté bien caliente, poner las brecas sobre un lado. Si la sartén es amplia, puede caber 3 o 4 piezas a la vez.
- Dejar unos minutos, sin mover, a fuego medio, hasta que veamos que se ha dorado ese lado. Dar la vuelta al pescado y repetir la operación.
- Sacar las brecas sobre una fuente y servir. Para comer, al no haber quitado las escamas, la piel se quedará pegada a la sal gorda, y será tirar de ella de forma muy fácil. En cuanto metamos el cuchillo y levantemos la piel, saldrá practicamente entera.
- Se puede comer tal cual, porque es un carne muy suave y deliciosa, pero yo le he puesto un majado del ajo y perejil fresco, un poco de limón y un hilo de aceite de oliva virgen extra. ¡Buen provecho!
- NOTA: Podéis aprovechar el ajo y perejil picado y cubrirlo de aceite de oliva virgen extra en un vaso. Así tendremos, además del majado, un aceite aromatizado de ajo y perejil listo para usar. Se conservará bien en la nevera, donde menos frío haga.
Ajo y perejil fresco picado para el acompañamiento final
Las brecas recién compradas.
En esta foto podéis notara mejor el ligero tono rosado que tiene.
Limpia de tripas, hechas a la plancha sólo con sal gorda.
Dar la vuelta rápido, para evitar que el pescado quede reseco.
Listas las brecas para ser consumidas. Ya han perdido su color rosado.
Sin piel, y con un majado de ajo y perejil fresco, y un hilo de aceite de oliva virgen extra.
El resumen de esta receta. Espero que os haya gustado.
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