Las empanadillas
han resuelto más de una cena… y las que le quedan por resolver. Las
posibilidades de relleno, son tantas como granos de arena pueda haber una
playa: infinitas.
Una
de las cosas que más pereza me daba de hacer empanadillas, era el momento
fritura. Siempre terminaba con alguna salpicadura del aceite caliente. Yo las
hacía en olla (por tener las paredes más altas que la sartén) y aún así, se
ponía todo manchado de aceite. Y por más servilletas de papel que pusiera,
siempre terminaban aceitosas.
A
Karlos Arguiñano le vi hacerlas al horno y me dije ¿y porque no probar? Y la
verdad que me encantaron. Para empezar, no terminamos con la barriga tan
pesada, como al hacerlas fritas. Las manos, súper limpias al no llevar nada de
aceite. Y mi temor que se pudieran abrir en el horno, se difuminó por completo.
Quedaron bien selladas y perfectas.
El
relleno que utilicé ese día, era lo que tenía en despensa: un envase de
fritada en aceite de oliva y atún. Así
que eso mismo hice, y por no perder tiempo, no cocí huevo para ponerle en el
relleno. Pero imaginad hacerlas con un
resto de estofado que os haya quedado, desmenuzando bien la carne y poniéndole
(por ejemplo) algo de queso rallado por encima. Y si os gusta el pescado, esos
filetes de merluza que están aburridos en la nevera, sofreís un poco de
cebolla, y dentro de la empanadilla. ¿Puede haber alguien que le pone peguitas?
Pues te cuento el cómo hacerlas, y espero que me cuentes con qué relleno las
has preparado. Nos vamos derecho a la cocina.
Ingredientes
para 4 – 6 personas:
- 1
paquete de obleas de empanadillas
- 1
lata de fritada en aceite de oliva
- Atún
escurrido del aceite o agua si es natural. La cantidad es a ojo. Yo compro
latas grandes, de 1kg aprox., y las vuelco en un recipiente grande. Cubro todo
con aceite de oliva virgen extra y a veces le añado 1 diente de ajo. Lo guardo
en la nevera siempre, en la zona menos fría para que el aceite no cuaje
demasiado. De esta manera, como solemos consumir mucho atún en casa, nos es más
cómodo este método que las típicas latas pequeñas.
- Agua
Preparación:
- Empezamos
por precalentar el horno a temperatura alta. Fuera del horno, tendremos
preparada una bandeja (mejor la de rejilla) con un papel de hornear, para
colocar las empanadillas una vez rellenas.
- Disponemos
una fuente / cuenco con la fritada, en otra con el atún escurrido (lo podemos
poner sobre un colador) y un cuenco o vaso con agua.
- Cogemos
1 oblea de empanadilla y con los dedos, los mojamos en el agua y pasamos por
todo el borde interior de la oblea. De esta forma, al cerrarla, quedará
sellada.
- Con
una cuchara de postre, ponemos un poco de fritada en el centro de la oblea, y
un poco de atún encima. Cerramos presionando bien los bordes. Hay que tener
cuidado de no poner demasiado relleno, porque al cerrar, se puede salir y
quedar la oblea abierta. Si queremos, o hay niños en la casa que nos puedan
ayudan, podemos pasar las púas del tenedor por el borde. De esta forma
reforzamos el cierre y el damos un dibujo en el contorno.
- Conforme
tengamos las empanadillas rellenas y selladas, las iremos colocando en la
bandeja de horno. Con un poco de cuidado, y quizás levantando alguna esquina,
nos cabrán las 16 obleas que suelen tener cada paquete.
- Cuando
tengamos toda la bandeja con las empanadillas ya rellenas, las meteremos al
horno, con calor arriba y abajo a 180ºC y estaremos atentos. Nos tardará unos
10-15mnts pero dependerá mucho del tipo de horno. Más vale estar cerca y
echarle un ojo con frecuencia.
- Una
vez doradas, sacar del horno (gracias al papel de hornear se soltarán
fácilmente), y están listas para colocarlas en una fuente y llevarlas a comer.
¡Buen provecho!
Foto resumen del paso a paso de esta receta.
Todo preparado para rellenar obleas.
Con un poco de relleno en el centro es suficiente.
Resultado final recién salidas del horno.
¿A que apetece coger una?
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