Tenía ganas de hacer esta receta, tan típicas de Alemania y otros países de Centro Europa, pero quería hacerla bien…. o al menos, intentarlo. Por ello le pedí consejo a mi
ahijada Julia, que está viviendo desde hace años en Alemania. Y como buena
persona que es, sabiendo que además de hacer la receta, la publicaría en el blog,
le preguntó a la suegra quien, con toda amabilidad, me dio su receta. Desde
aquí, mi agradecimiento de corazón por tan generoso detalle para hacer mi vino caliente.
Pero esta receta, tradicionalmente,
se hace con vino Merlot. No es que tenga nada en contra de esta clase de vino,
sino que yo, quería hacerlo con una variedad de vino de Málaga, cosechado aquí y que pudiera ser compatible con esta receta… si era posible claro.
Aunque cada día voy aprendiendo un poco más de vinos, mi nivel de conocimiento
es aún casi nulo (no me atrevo a decir ni principiante). Es por ello que eché
mano a mi amigo Manuel Ronda de Vino (pinchando AQUI tenéis su Facebook), y como buen experto
en vinos (además de mejor persona), me aconsejó varios vinos y el que tenía más
cerca para adquirir, fue el Botani tinto de Bodegas Jorge Ordoñez (ver su web AQUI ) Y esta fue mi elección para esta
receta. Agradecer y Reconocer a Manuel su tiempo en buscarme vinos que puedan
servir para mi receta. Sin ti, esta receta seguro que no hubiera sido igual,
porque el giro de hacerla con vinos de Málaga, hubiera sido misión imposible
sin tu inestimable ayuda amigo: GRACIAS DE CORAZON.
Y dicho todo esto ¿nos tememos en
la cocina? La receta es fácil y casi se hace sola. Así que nos vamos derechos
a colgarnos el delantal, que nos esperan en los fogones.
Ingredientes para 1 botella de
vino
- 1 botella de vino Botani de Bodegas
Jorge Ordoñez
- 1 naranja mediana
- 2 palos de canela
- 2 anises estrellados
- 3 clavos de olor
- 3 cardamomos
- 1 cucharadita de vainilla líquida
- 2 cucharaditas de miel de mil flores
de Málaga
Preparación:
- Es IMPORTANTE (así en
mayúsculas), decir que el vino no tiene que hervir en ningún momento, ya que
perdería todo su encanto, y sería muy difícil poderlo degustar. Tenemos que
hacer que infusionen vino y especias, pero sin llegar al punto de ebullición.
- En una olla, ponemos el vino, la
naranja partida en trozos regulares (desechando los extremos, que es sólo cáscara
sin pulpa ni zumo) y todas las especias. Hay que decir que las especias van a
gusto. Yo no me he querido pasar con ellas para que no quiten protagonismo al
vino, y he puesto lo que creía que era una cantidad justa para la botella de
vino. De miel, empecé poniendo 1 cucharada sopera, y añadí durante la cocción 1
o 2 más, no recuerdo bien. Fui probando y le puse el toque que me pareció
apropiado.
- Poner todo a calentar sin que
llegue a hervir, a fuego suave. Disolver la vainilla y la miel en el vino.
Trocear los palos de canela, sino caben bien en la olla. Dejar la olla casi
tapada y mantener la cocción suave durante 45mnts aproximadamente.
- Pasados estos minutos, tapar la
olla y dejar enfriar por completo fuera del fuego, hasta que no queme al tacto.
Una vez transcurrido este tiempo, con la ayuda de un colador y un embudo, vamos
a filtrar el vino y cambiarlo de recipiente. Yo he utilizado la misma botella
de Botani donde venía envasado el vino. He escrito en la etiqueta Especiado
para diferenciarlo de otras botellas. Poniendo un embudo en la botella, con un
colador para que no se cuelen las especias, filtramos todo. Tapamos la botella
con el corcho que traía y la dejamos reposar, en un sitio alejado de la luz.
- Cuando lo vayamos a servir, lo
hacemos en copas o vasos pequeños que puedan ir al microondas, o bien en un cazo al fuego, y calentamos el
vino (sin que llegue a hervir… cuidado con este detalle). Ya tendremos nuestro vino caliente, en su versión malagueña,
listo para consumir. Espero que te guste.
Miel y vino malagueño para esta receta
La naranja y especias que lleva esta receta
El vino ya está cogiendo calor. Se me olvidó poner en la otra foto,
los 2 anises estrellados que puse en el vino y aquí están.
Ya está todo listo. Dejar reposar hasta enfriar el vino
y embotellarlo, por ejemplo, en su propia botella.
De este color tan bonito queda la naranja tras la receta.
Mirar que color tan bonito tiene el vino, tras terminar la receta.
Nuestro vino listo para disfrutarlo esta Navidad
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