Con
los calores encima, la verdad que no hay quien se resista a una ensalada bien
fresquita ¿verdad? Pues os dejo una
ensalada original, para que la rutina no se apodere de nuestras cocinas. Y
original me refiero al utilizar quinoa
como ingrediente principal. ¿Conoces poco de este “súper alimento” como muchos
lo han denominado? Pues te cuento un poco más.
En
1996 la FAO (en español, son las siglas
de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura),
catalogó a la quinoa como uno de los
cultivos con futuro para la humanidad, gracias a sus beneficios y diversos usos
y también, por ayudar a en los problemas de desnutrición. Algunos lo consideran cereal y otros pseudo
cereal. Como dato curioso, contaros que la NASA se interesó por esta semilla
para cultivarla en el espacio. No contiene gluten, tiene mucha proteína,
energía y fibra. ¿A qué sabe la quinoa?
Es algo que me suelen preguntar a menudo. No tiene sabor especial, como le
ocurre a la pasta o al arroz o incluso al cuscús, por eso combina
estupendamente con todos los sabores: carnes, pescados, marisco, recetas
dulces, saladas, en preparaciones en caliente, o como en esta ocasión, en recetas
frías. En valores nutriciones, nos encontramos que posee Hierro, vitaminas del
grupo B y bastante fibra, tan necesaria para el tránsito intestinal.
Pero
dejémonos de charla y vamos a colgarnos el delantal. Esta receta es ideal para
hacerla con antelación y dejarla preparada en la nevera cogiendo fresquito. Yo
la hice con lo que tenía por la nevera, pero ni qué decir que se le puede
añadir o cambiar cualquier otro ingrediente.
Y si me permites un consejo, yo
haría más quinoa de la cuenta y la
dejaría en la nevera bien tapada. Porque cada día, te puedes hacer una ensalada
distinta o servir de guarnición salteada con unos champiñones (por ejemplo) y
algo a la plancha (por ejemplo una rodaja de salmón). Os cuento como cocinar
esta rica ensalada de verano con quinoa
Ingredientes
- 1
taza de quinoa
- 1
aguacate pequeño
- 1
trozo de pepino
- 1
tomate maduro
- 1
huevo cocido
- 1
aguacate
- Aceite
de oliva virgen extra
- Zumo
de limón
- Pimienta
molida
- Sal,
Ajo entero
Preparación:
- Empezaremos
por enjuagar bien la quinoa. Para ello la pondremos sobre un colador y bajo el
grifo, le daremos unas pasadas. De esta forma eliminaremos la “saponina” que
contienen la quinoa.
- Una
vez lavada, la pondremos a cocer en una olla con suficiente agua (unos 2 dedos
por encima de su nivel). Añadiremos sal,
un diente de ajo entero machacado y pimienta molida al gusto. La tendremos a
fuego suave unos 15mnts o hasta que aparezcan pequeñas manchas blancas, que
será señal que la quinoa está cocida. Seguramente, consumirá toda el agua pero
es normal. Apartarla en un cuenco y cuando se enfríe, montar la ensalada.
También podemos dejarla cocida en la nevera y montar la ensalada al día
siguiente o por la noche, por ejemplo. Se le puede añadir un hilo de aceite de
oliva virgen extra, y remover bien, sino se va a consumir de momento, para que
las semillas queden más sueltas.
- Mientras
que la quinoa se cuece, cocer un huevo en un recipiente aparte. A mí me gusta
tenerlo unos 8-9 minutos desde que el agua empieza a hervir. Escurrir y
reservar.
- Montamos
la ensalada lavando el tomate y partiéndolos a pequeños cubos. El pepino (un
trozo porque, en mi caso, era muy grande) lo lavamos y quitamos parte de la
piel. Con un pela verduras, le hacemos rayas verdes (la piel) y blanca (sin
piel). Partimos a pequeños trozos y reservamos. Partir el aguacate por la
mitad. Separar ambas mitades y quitar el hueso y la piel. Trocear y reservar.
Pelar el huevo cocido y partirlo por la mitad y a su vez, en medias rodajas.
- Sobre
una fuente plana, ponemos la quinoa cocida. Sobre ella repartimos los trocitos
de tomate, pepino y aguacate. Las medias rodajas de huevo las repartimos por el
borde. En un cuenco o vaso (o incluso un bote con tapadera que tengamos vacío),
aceite de oliva virgen extra y zumo de limón. La proporción habitual es el
doble de aceite que, de limón, pero esto va a gusto, si os gusta más ácida, añadís
más limón. Se bate todo hasta tener una salsa ligada. Salpimentar la ensalada y
repartir aliño por encima. Remover y disfrutar.
** NOTA:
Se puede dejar más aliño del necesario preparado, y se guarda en la nevera. En
el momento de utilizarlo, es volver a batir todo para ligar nuevamente la
salsa.
Vista general de esta Ensalada de verano de quinoa
Unos primeros planos
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