Esta receta me la hizo para
merendar mi comadre Mª José y, literalmente, se la he robado hoy. Tenía ganas de algo dulce… sí, lo reconozco
ahora que nadie nos ve: 100% anti-dieta…. pero de vez en cuando está permitido
¿verdad? Yo soy de las que pienso que, cuando te dan estos arrebatos, más vale
comerte lo que te apetece, por poco que sea, que no hacerlo y estar todos los
días dándole vueltas y más vueltas a la cabeza, con las ganas de comerlo y comiendo
“lo que debes” sin ganas ninguna.
¿Tenemos versión sin gluten? Pues
por supuesto que esta receta se puede adaptar y de la forma más sencilla: en
vez de utilizar harina de repostería (como yo he hecho), la cambiamos por
harina de maíz (la Maicena de siempre) o cualquier preparado sin gluten que sea
apto para pastelería. El helado también lo tenemos sin gluten en infinidad de
sabores, así que tampoco es problema. Lo que sí os aconsejo, es que miréis muy
bien la levadura porque algunas, sí que contienen gluten. Sino la encontráis
tipo “Royal” sin gluten, se puede sustituir por papelitos de gaseosas (esos de
dos colores, que hay que echar 1 sobre de cada color).
Mi comadre tiene un truco muy
bueno para la piel de naranja, que le da un toque muy especial a esta receta: procura
sacar sólo la piel naranja de la fruta (sin lo blanco, que suele amargar). La
deja secar al sol y cuando está bien seca, la guarda en un bote hermético. A la
hora de hacer algún postre, pone una tira de naranja seca en la picadora y se
convierte en polvo de naranja. También podemos utilizar lo más clásico: lavar
bien una naranja, la secamos y con un rallador, vamos rallando la parte naranja
de la piel. Yo os doy las dos versiones, que siempre es bueno tener otras
formas de hacer las cosas.
Bueno, no me voy a enrollar más. Estas papuchas se acompañan de un delicioso helado
artesano de Helados Ana Garrigós y se me va a derretir, y eso sí que sería
pecado ¡y de los graves! Derechitos a la cocina que empezamos a preparar la
merienda.
Ingredientes para 6 personas
aproximadamente:
- 1 vaso de leche
- 1 huevo grande
- 1 cucharada sopera de azúcar
moreno
- ½ sobre de levadura química tipo
Royal
- Canela en polvo al gusto
- Ralladura de naranja
- Harina de repostería (la cantidad
que admita)
- Aceite de girasol o neutro para
freír
- Helado de Ana Garrigós y caramelo
para acompañarlo
Preparación:
- En una jarra que tenga pico para
verter (será más fácil para freír las papuchas), ponemos la leche, el huevo,
azúcar moreno, levadura, canela, ralladura de naranja y un poco de harina (2 o
3 cucharadas soperas, por ejemplo). Empezamos a batir bien hasta tener todo
ligado.
- A partir de aquí, empezar añadir
más harina poco a poco, hasta obtener una masa líquida pero muy cremosa. Yo he
ido añadiendo una cucharada sopera de harina, y hasta que no ha estado
disuelta, no he añadido más. Una vez tengamos la consistencia que queremos, la
dejamos reposar unos minutos, para que la levadura actúe.
- Pasado ese tiempo, ponemos una
olla pequeña al fuego con aceite para freír. Calentamos a fuego medio-alto. Si
está muy fuerte, se nos quemarán por fuera y quedarán crudas por dentro. Si lo
ponemos muy suave, se cocerán y saldrán empapadas de aceite.
- Removemos la masa muy bien y
cuando tengamos la tempera adecuada, empezamos a freír. Es conveniente tener
preparado una fuente con papel de cocina, para depositar las papuchas fritas y
suelten el exceso de grasa.
- Con la misma jarra, vamos poniendo
pequeñas porciones de masa en el aceite caliente. No echar muchas porque sino
el aceite se enfría mucho, por eso os pongo una olla pequeña. Cuando estén
doradas, dar la vuelta y dorar por el otro lado. Una vez fritas, escurrir el
exceso de aceite y dejarlas sobre la fuente con papel de cocina. Repetir la
operación tantas veces como haga falta.
- Para servir, poner unas bolas de
helados y papuchas al gusto. Poner unos hilos de caramelo por encima y ¡listo
para disfrutar!
Nuestra merienda lista para disfrutarla. ¿Quién empieza?
Comentarios
Publicar un comentario