Os
traigo una receta para untar, ideal para picoteos y aperitivos: paté de queso y
calabacín light. ¿Si es fácil? Noooo… lo que le sigue de fácil, os lo aseguro.
Cunde bastante además y se guarda fácil en la nevera.
Yo
he utilizado queso crema light. Si tenéis intolerancia / alergia a la lactosa,
se puede hacer perfectamente con las variedades sin lactosa que hay de estos
quesos. Y para la consistencia os
comento una cosa: cuando mezclemos todo en la batidora / picadora, quedará más
“líquido” pero al meterlo en la nevera, se volverá más espeso. Yo he utilizado
toda la tarrina de queso crema y me ha salido una consistencia que no ha sido
líquida, pero tampoco muy espesa. Para mí, ideal tanto para untar como para ir
mojando picos de pan. Si lo queréis más espeso, empezar añadiendo la mitad de
la tarrina, e ir añadiendo más hasta que tengáis la consistencia deseada.
Es
importante que en la sartén, no pongáis nada de sal porque esto hará que el
calabacín “sude” y no quede con ese toque de asado que buscamos. Es normal que
merme un poco, porque es una verdura con mucha agua y con el calor, se va a
evaporar. También hay que esperar a que las rodajas estén totalmente frías
antes de mezclarlas con el queso.
Pues
dicho todo esto, sólo queda colgarnos el delantal e ir a la cocina. ¿Me
acompañas?
Ingredientes:
- 1
tarrina de queso crema light (tipo
Philadelfia)
- 1
calabacín grande
- 1
cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
- Sal,
pimienta molida y orégano al gusto
Preparación:
- Lavamos
y secamos el calabacín. Cortamos los extremos y con la ayuda de un pela
verduras, quitamos parte de la piel, dejando el calabacín “a rayas”. Hacemos
rodajas del mismo grosor aproximadamente.
- Sobre
una plancha / sartén, la ponemos a calentar a temperatura alta. Vamos colocando
rodajas de calabacín hasta completar toda la superficie, y mantenemos el calor
a temperatura media-alta, para que se asen por fuera pero también por dentro.
Dejamos que se dore por un lado, y damos la vuelta. Cuando tengamos los dos
lados asados, apartamos en un plato y ponemos la siguiente tanda de rodajas
para asar. Así sucesivamente hasta terminarlas todas.
- Con
todas las rodajas asadas, las dejamos enfriar a temperatura ambiente, hasta que
hayan perdido toda el calor de la plancha / sartén.
- En
una picadora / batidora, vamos poniendo las rodajas asadas del calabacín, el
queso crema, sal, pimienta molida, orégano (puede ser perejil, hierbas
provenzales…. o nada, a vuestro gusto) y el aceite de oliva virgen extra.
Batimos hasta obtener una crema homogénea bien integrada. Probamos y
rectificamos de sal y pimienta si hiciera falta.
- Pasar
la crema a un cuenco y tapar. Meter en la zona más fría de la nevera, mínimo de
2h, para que el queso vuelva a tener una consistencia más espesa y sea más
fácil de untar. Aguanta bien en la nevera
2 o 3 días, si os llega a durar tanto. Espero que os guste.
Primer plano del paté ya listo para degustar
La base de esta receta
Las rodajas de calabacin esperando que enfríen
Verdura, queso, especias y #AOVE a la picadora
¿Quién moja el 1º pico de pan?
Foto resumen de esta receta
¿Y si nos hacemos una tosta en vez de picoteo?
Sobre una rebana de pan casero de centeno y pipas,
una capa de este paté pero utilizando el queso con especias,
rodajas de tomate y unas lonchas de jamón serrano.
Idea para cena, desayuno de domingo...etc.
Comentarios
Publicar un comentario